jueves, 16 de julio de 2009

Quedan sólo cinco meses hasta Copenhague 2009


Quedan sólo cinco meses para la realización de la XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático que se celebrará en Copenhague del 7 al 18 de diciembre de 2009. Mucho está en juego en esa reunión, ya que se ha de negociar un nuevo Protocolo que sustituya en 2012 al de Kyoto. Esta puede ser una de las últimas oportunidades para evitar que el cambio climático que se nos escape definitivamente de las manos.


En la Conferencia se deberá definir el futuro del régimen global sobre clima, pero lamentablemente hasta el momento el avance de las negociaciones preliminares no se ve muy alentador.


Científicos de todo el mundo proponen al mar como uno de los temas de mayor prioridad. Temas como la acidificación de los mares y el calentamiento de los océanos desempeñan un importante papel en el aceleramiento de los cambios climáticos y los expertos advierten que de no integrarse esos temas de inmediato al programa de la Conferencia de Copenhague, se corre el riesgo de ignorarlos y, por ende, agudizarlos.


Disminuyéndose las emisiones de CO2, el calentamiento de los océanos ya no sería tan drástico y éste se encargaría de generar sus propias “defensas” con una mayor producción de plancton. Suecia se está preparando para tomar posesión de la presidencia de la Unión Europea. Su mandato coincidirá con la Conferencia de Copenhague 2009, así que el país escandinavo se encuentra ajustando sus propuestas medio ambientales para llevar la iniciativa en el evento. Obama ha señalado que desea que su país sea líder en las negociaciones de Copenhague, pero esto hasta ahora no ha ocurrido, y Estados Unidos permanece en una posición de bajo perfil. Bolivia ha sido uno de los países más reconocidos en este proceso desde que exigió que se integrara en el texto de negociación el tema de la responsabilidad histórica, la deuda ecológica que tienen los países desarrollados con el resto del mundo.


Entre tanto, el cambio climático ya está haciendo estragos en las poblaciones humanas, causando más de 300 mil muertes y afectando a 325 millones de personas cada año. Estos cinco meses que quedan hasta Copenhague 2009 serán trascendentales puesto que se deberá ir avanzando en las negociaciones preliminares, que serán de vital importancia para que cada país llegue a la cita con posiciones definidas y claras respecto de cada uno de los temas a tratar y así lograr un acuerdo global para encarar de una vez por todas lo que está en juego, que no es ni mas ni menos que el futuro de la humanidad sobre este planeta.


lunes, 13 de julio de 2009

La Tierra en manos de los humanos


Luego de cientos de años de intentarlo, el ser humano ha logrado alcanzar una buena parte de sus objetivos, los que le nacían de sus ansias intrínsecas de poder. Tener la potestad de decisión sobre el curso de la vida sobre la Tierra.
Dominamos el fuego, cambiamos cursos de agua, dominamos la producción de alimentos, sometimos a todo ser vivo, animal o vegetal a nuestro antojo. Inventamos las armas, la rueda, la pólvora. Los barcos nos permitieron llegar mas lejos y los aviones mas rápido. Festejamos cada invento como un logro propio, como algo que nos beneficiaría, pero muchas veces confundimos las razones, los objetivos, no supimos ver el uso que se le daría.
Nos esparcimos como una plaga por todo el globo. Y poco a poco, la vida sobre la Tierra fue quedando en nuestras manos. Logramos decidir a nuestro antojo el lugar que cada especie ocuparía en el que ahora es Nuestro Planeta, así lo empezamos a llamar.
Si una especie nos molestaba la extinguimos, la encerramos en zoológicos o la redujimos a su mínima expresión posible. La que nos servía la hicimos reproducirse hasta lo inimaginable.
Eso queríamos, controlarlo todo. Todo.
Pero el plan, como todo plan, tuvo sus fallas. Prácticamente todo ser vivo que habita este planeta se encuentra a nuestra merced, como en los antiguos circos romanos, solo tenemos que bajar o subir el pulgar.
El problema es en manos de quienes estamos nosotros, los humanos. En quienes estamos delegando el poder de tomar decisiones que nos afectan a todos los seres vivos e incluso que afectarán a los que aun no han nacido.
Se ha establecido en la mayoría de los países un sistema democrático, gobierno del pueblo. Pero poco y nada es lo que realmente decidimos. Los que no se dan cuenta protestan, se indignan, se sienten estafados por las promesas incumplidas. De los que si, unos están desesperanzados, sin fuerzas, sin expectativas, como vencidos. Otros aun tenemos expectativas, ilusiones, sueños y fuerzas para seguir luchando por la existencia, en un mundo herido.
Sabemos que hemos hecho e inventado cosas terribles, que en nuestras manos está la muerte, pero también la vida. Estamos convencidos de que un mundo mejor para todos es posible y que de nosotros depende lograrlo.

Ricardo Natalichio
Director
rdnatali@ecoportal.net
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